La propiedad privada como institución
La propiedad privada, junto con un sistema legal confiable y eficiente donde resolver las controversias, son quizás dos de las condiciones fundamentales para generar crecimiento económico sostenible a largo plazo. En los últimos años poco se ha avanzado en generar un sistema judicial confiable y mucho se ha retrocedido en el respeto a la propiedad privada.
Es fundamental para el futuro del país que los ciudadanos entiendan que el concepto de propiedad privada no solo se refiere a los grandes capitales. El asalto a la propiedad privada, una vez que la sociedad lo permite, se sabe donde comienza pero no donde termina. A pocos realmente le importó aquel famoso incidente en Barinas donde el gobierno arbitrariamente tomo el Hato la Marqueseña haciendo gala del más absoluto desprecio por la ley. Pocos realmente pensaron que la expropiación de aquel hato tendría algo que ver con la expropiación a la que luego fueron sometidos algunos pequeños dueños de estacionamientos en Caracas años después. En aquel momento pocos se pusieron en el lugar de quien estaba siendo abusado por el gobierno, muchos pensaron erróneamente que incluso se podría estar cometiendo un acto de justicia.
La expropiación del Hato la Marqueseña marcó un antes y un después; no porque algunos no hubiésemos sospechado desde un principio las verdaderas intenciones del actual gobierno, sino porque el gobierno entendió que podía avanzar en el proceso de expropiación con mínima resistencia. Lo ocurrido en el Hato la Marqueseña significó para el gobierno mucho más que hacerse con esas tierras, significó la confirmación de que la sociedad venezolana no entendía y creo que aún no entiende, las verdaderas implicaciones de permitirle al gobierno de turno atentar contra la propiedad privada. Desde aquel momento el gobierno avanzó en su afán estatizador; cuando se enfrentó con poderosos intereses trasnacionales negoció y en algunos casos pagó cuantiosas indemnizaciones, cuando le llegó el turno a los debilitados productores o propietarios nacionales la emprendió de la manera más abusiva que pudo, siendo el caso más lamentable el de Franklin Brito.
La propiedad privada no es solo un derecho de aquellos que tienen una propiedad, es también el derecho de los que aspiran a tener una. El respeto a la propiedad privada es un incentivo fundamental para todos aquellos que desean emprender y progresar en la vida. Cuando el gobierno, de forma ilegal y abusiva, ha atentado contra este derecho fundamental está atentando contra el bienestar futuro de la población. Es necesario que todos los venezolanos entendamos que la propiedad privada, desde una moto y un puesto de perrocalientes, hasta el gran capital, es un derecho y además una institución fundamental para el progreso económico y en última instancia social del país. Si permitimos que el gobierno atente de forma impune contra este derecho estaremos, por un lado permitiendo que aquellos que detentan el poder se comporten de forma déspota y abusiva, y por el otro estaremos permitiendo al gobierno de hoy que continúe condenándonos al atraso económico y social.
Francisco Ibarra Bravo
