Lo que nos espera es una mayor escasez
|En las últimas semanas hemos presenciado una especie de Mini Salto Adelante por parte del gobierno, en un intento de darle un poder de compra ilusorio y temporal a la gente, objetivo que tratan de alcanzar al rebajar de manera forzada y policial los precios de un gran número de productos. Lamentablemente esta nueva radicalización traerá duras consecuencias que nos tocará vivir en los próximos meses.
La economía y las sociedades en general responden a incentivos, así estos sean perversos. Sin importar la clase social, los seres humanos nos sentimos atraídos por las rebajas y los controles de precios, ya que somos proclives a la gratificación instantánea (pagar menos por los productos) sin importarnos tanto las consecuencias que esa gratificación instantánea pueda traer en el futuro (una mayor escasez). Es por esta razón que no debe extrañarnos oír argumentos que tratan de defender las recientes medidas económicas, y tampoco la reacción de la gente al dirigirse de manera masiva a los diferentes establecimientos comerciales. Algunos van por productos “baratos”, otros se anticipan ante la posibilidad cierta de no conseguir en el futuro ese producto que hoy necesitan.
En medio de esas ansias de consumismo inducido están los comerciantes, que por temor están rebajando buena parte de su mercancía, pero que seguramente pronto se darán cuenta que mantener esos precios es totalmente inviable en el mediano y largo plazo. Lo hacen hoy sólo por miedo a perder sus negocios por completo y también para comprar tiempo esperando que este conjunto de medidas sea algo coyuntural y electoral. Y es precisamente ese miedo que hoy cunde en todos los empresarios, el que al final los terminará paralizando, lo que se traducirá en postergación de decisiones sobre la reposición de inventario, en otras palabras, si antes tenían incertidumbre, ahora ésta se ha amplificado a proporciones pocas veces vista en nuestro país.
Terminaremos el año con los anaqueles vacíos, y lo que es peor aún, con un importante grupo de empresas poco dispuestas a seguir operando hasta tanto no se aclare un poco el panorama, el cual hoy se ve más denso que nunca. Ante este escenario no hay que ser un erudito para afirmar que la escasez que nos espera es de gran dimensión. Un elemento clave será la actitud y las decisiones del gobierno una vez hayan ocurrido las elecciones de diciembre. ¿Mantendrán la radicalización y la profundización de la planificación central? ¿Flexibilizarán un poco para por lo menos dar algo de alivio a una economía que adolece las consecuencias de un modelo inviable? Creo que pocos tienen el panorama claro, lo que sí es cierto que la actual situación luce carente de equilibrio por lo que seguramente veremos cambios para garantizar algún equilibrio. Pronto veremos por dónde irán esas decisiones.
No les voy a mentir, nuestra situación se complica: No puedo ser optimista en el corto plazo, pero como siempre les digo, traten de ver todo esta terrible realidad como el costo que debemos pagar para tener una Venezuela mejor, una Venezuela que garantice el bienestar social que todos queremos, pero no por un boom de renta petrolera, sino proveniente de nuestro esfuerzo productivo.
Henkel García
Analista e Instructor en Finanzas.
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica IE C.A.
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
Twitter: @HenkelGarcia