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Al Fondo no se acude por gusto

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Nadie va a dentista por gusto, por lo menos no la inmensa mayoría de las personas. La gente va al odontólogo por necesidad o por precaución. De igual manera ocurre con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los países que acuden a este organismo lo hacen generalmente por necesidad; porque en algún momento del tiempo la situación llegó al límite y no existen privados capaces de aportarle liquidez a los países, por lo menos no en las cantidades requeridas y en condiciones suficientemente favorables. Precisamente para eso fue creado el FMI.

Hace algunos meses voceros del gobierno declararon que se habían realizado consultas con el FMI pero que el organismo exigía reformas. Acto seguido, se procedió a descalificar el organismo con los clásicos epítetos de toda la vida. El primer mandatario luego decidió ir a China a que le extendiesen la línea de crédito, siempre claro, con barriles de petróleo detrás. Eso nos fue vendido como un éxito. En Venezuela llevamos mucho tiempo celebrando la mediocridad.

Como la extensión de la línea de crédito no fue suficiente, pues hemos tenido que ver como hacemos para llegar a fin de año. En Venezuela podrá faltar el pan pero el estreno de diciembre ni a palos. Entonces el super ministro Ramírez ha decidido no cumplir su palabra a comienzo de año cuando dijo que PDVSA no emitiría más bonos, se filtra una supuesta permuta de oro con Golman Sachs y además se involucra a Bank of America en un esquema para cancelar la deuda de de CADIVI. Para que los venezolanos lo entendamos, todos los esquemas anteriores por más que pretendan venderlos de diferente manera, son lo mismo. El país no puede atender los requerimientos que tiene con los recursos que produce y continúa endeudándose. Lo peor de todo, continúa endeudándose en condiciones desfavorables.

Los prestamistas privados rara vez se involucran en tratar de forzar reformas económicas para mejorar la capacidad de pago de los países. Sencillamente ajustan las condiciones al riesgo que perciben, entre estas condiciones están el tipo de interés, los plazos, los colaterales que se exigen, etc. El gobierno celebró no acudir al FMI y parte del país lo aplaudió, mientras tanto continúa endeudando al país y con una política económica desastrosa.

Venezuela ha llegado a un nivel donde el control de cambio parece agotado, por más que el gobierno insista en mantenerlo y reforzarlo. Dada la liquidez en divisas y en bolívares, la única alternativa que le va quedando al gobierno si decide salir del control de cambio es el FMI. El desastre económico es tal, que aún con el precio del petróleo en los niveles en que está, el país ha sido incapaz de acumular reservas y más bien las ha ido quemando. Las últimas movidas nos indican que la situación de solvencia externa es delicada. El gobierno probablemente intentará seguir huyendo hacia delante, profundizando el control de cambio y sin adoptar las medidas mínimas de ajuste que la economía requiere. Al final no se sorprenda si el país tiene que ir a golpearle la puerta al FMI, eso sí, no será por gusto.

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10

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