Un buen revolucionario montaría su empresa
|Si hay algo coincidente en los discursos del gobierno y de oposición es la necesidad de aumentar el bienestar del ciudadano y el rol del aumento de la producción para lograr este objetivo. Lamentablemente el gobierno ha tratado de aumentar el bienestar de la gente a través del reparto de renta, vía que resulta exitosa siempre y cuando tengas renta creciente, pero la historia nos ha enseñado que esto no siempre es así.
Las actividades económicas responden de mejor forma frente a incentivos y no tanto bajo imposiciones, algo que puede extrapolarse a cualquier actividad humana. En Venezuela hemos optado por lo segundo y los resultados no han sido los mejores. Muchos de los revolucionarios tienen fe en estas políticas pero por acá les sugiero que exijan al gobierno más incentivos y menos imposiciones, y además que estén abiertos a responder a esos incentivos.
Por ejemplo, un buen revolucionario no se quejaría de los altos márgenes de ganancia, esperando cómodamente que el gobierno fije un precio más barato, por debajo del precio del mercado, originando escasez y obligando a la implementación de sistemas de racionamiento. Un buen revolucionario exige al gobierno incentivos para montar una empresa y así colocar un margen de ganancia más bajo al existente. Esa decisión aporta gran valor a la sociedad, mayor producto disponible y genera mayor bienestar al ciudadano.
Un buen revolucionario no se queja, actúa. De esa decisión de ser empresario nos beneficiamos todos. Eso sí, tengan en cuenta que estar en el bando de los empresarios no es el mejor lugar de todos, porque lamentablemente acá en vez de fomentar la actividad empresarial, se la ataca, se la sataniza. Pero igual, a pesar de las circunstancias, anímense porque es, para mí, un deber revolucionario.
Si tienen en mente recuperar su inversión en 2 a 3 años, olvídese de eso. Aunque su intuición apunte a ese lapso debido al alto nivel de riesgo e incertidumbre, un buen revolucionario colocaría su margen de ganancia para recuperar esa inversión en 10 a 15 años, como se hace en países mucho más estables. Es decir, un buen revolucionario divorciaría el margen de ganancia de su empresa, del riesgo que esté asociado a esa actividad.
Si ya con su empresa andando, en algún momento tiene problema con el acceso a las divisas, no se queje; sepa que un buen revolucionario operaría a pérdida por años con tal de seguir abasteciendo producto a la ciudadanía. Por otro lado, si su empresa tiene por su dinámica, una baja rotación de inventarios y por ende le luce que el tope de 30% de margen de ganancia es insuficiente, no se queje, siga produciendo que es lo que un buen revolucionario haría.
Mucho me gustaría que cada quien tenga la oportunidad de montar y operar una empresa. Solo así se puede vivir en carne propia lo que les toca pasar a los empresarios, que a veces es una situación mucho más compleja de lo que imaginamos. Acá la gran mayoría de los emprendedores son personas honestas, valiosas y que quieren lo mejor para Venezuela. Invito a todos los buenos revolucionarios que ingresen a este grupo.
Henkel García
Analista e Instructor en Finanzas.
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
Twitter: @HenkelGarcia