¡Porque sólo anticipándote podrás triunfar. Porque sólo podrás anticiparte si tienes un plan!

¡Si no ajustan tendrán que macroajustar!

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Ya pasó el primer mes de 2013 y aún estamos esperando las medidas económicas que hasta el mismo Presidente recomendó tomar, al enviar al Ministro Giordani una carpeta que supuestamente las contenía. Los desajustes continúan y sus efectos los podemos palpar todos los venezolanos en nuestra vida diaria.

Quizás la que más molesta es la escasez. Una parte, la de alimentos, la tenemos que sufrir con mayor frecuencia ya que nos toca pasear por distintos supermercados para poder conseguirlos y en última instancia pagarlos a un precio mucho más caro en los mercados informales. Por otra, la escasez de productos de uso menos frecuente, como repuestos para vehículos o de otros equipos tecnológicos, la cual implica dejar de usarlos mientras dichos repuestos milagrosamente se consiguen.

Quizás el área que necesita mayor atención es el actual sistema cambiario. Éste ha presentado claras señas de profundas fallas que afectan el flujo normal de divisas. CADIVI presenta retrasos de más de 200 días, SITME entrega ahora US$15 millones muy por debajo de los US$40 millones que entregaba durante 2012, y el mercado negro de divisas (fuente del 10% de las importaciones) tampoco cuenta con el flujo que tenía en meses pasados.

Mucho se habla de un ajuste cambiario para poder solventar parte de los problemas mencionados, pero esa medida necesaria quiere postergarse más por motivos políticos (posibles elecciones presidenciales en el corto plazo) que económicos. La realidad es que la inflación acumulada desde el último ajuste cambiario al día de hoy supera el 50%, lo que cada vez hace los productos importados mucho más baratos y nuestras exportaciones no tradicionales mucho más caras. He allí la razón de tanta diferencia entre ambas variables y la precaria situación del productor nacional.

Por otro lado tenemos en control de precios, los cuales no son ajustados en el ritmo adecuado y que junto con las fallas del sistema cambiario generan diferentes focos de escasez que el gobierno trata de explicar con los trillados términos “acaparamiento y especulación” por parte de los empresarios. Acá también hay que realizar una serie de ajustes que por lo momentos también se encuentra en status “Veremos”.

La realidad sigue allí, no cambiará y además se complicará mientras las medidas sean postergadas más y más. La inflación acumulada entre ajustes cambiarios no será 50% sino mucho mayor, el número de productores que no podrá seguir elaborando sus productos por no ajustar los precios controlados seguirá en aumento, y las distorsiones en la economía venezolana no podrán superarse.

Esto ya lo hemos vivido en Venezuela. Lo político representa un extraordinario incentivo para postergar y relegar lo económico, pero de tanto diferir, lo económico termina imponiéndose obligando a macroajustes para poder solventar situaciones críticas. Pareciera que en Venezuela nos encaminamos a un escenario similar, así que lo que acontezca no nos sorprenderá.

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia