Seducir a un país
Me permito desviarme un poco del ámbito económico y financiero para hablar algo sobre la actual coyuntura política y social, a propósito de las protestas que se realizan en distintos lugares del país. Son momentos delicados en la vida nacional y esa complejidad de ser asumida y abordada como tal. A mí parecer no lo estamos haciendo.
El desconcierto y la insatisfacción es algo que paradójicamente nos está uniendo a los venezolanos. Por un lado tenemos a los sectores de oposición que en medio del cansancio les toca sufrir una realidad económica que para ellos estaba cantada desde hace unos años atrás, todo ello con una dirigencia política que no está en su mejor momento. Por el otro, tenemos al sector de personas afín al gobierno ,que a pesar de contar con una consolidación electoral, han visto su calidad de vida deteriorarse rápidamente y no saben claramente el por qué de ese deterioro.
La intensidad del momento nos hace proclives a querer soluciones rápidas. La oposición está convencida de que el problema es el gobierno de turno, los partidarios del gobierno piensan que lo que vivimos es parte de una conspiración extraordinariamente orquestada por aquellos que se oponen al gobierno. En mi opinión la cosa es mucho más compleja.
La realidad es que Venezuela es hoy un país institucionalmente débil, con partidos políticos poco consolidados, y navegando sobre un modelo económico que colapsa por no ser sostenible en el tiempo. Como sociedad debemos entender que el problema va más allá de esta coyuntura, de hecho, esta coyuntura se debe a males estructurales, varios de los cuales fueron enunciados unas líneas atrás.
Antes de cualquier protesta debemos tener una respuesta clara a la siguiente pregunta ¿Qué queremos como país? Parece trivial, pero me atrevo a decir que no la tenemos suficiente clara. Partiendo de esa inquietud, nace como suprema necesidad un diálogo amplio entre los venezolanos, un diálogo y aporte de ideas que provenga de los diferentes sectores de la sociedad: académicos, sindicatos, empresarios, partidos políticos, etc, etc. De allí germinarán las ideas para que como sociedad podamos tener una respuesta clara a tan importante pregunta. De allí saldrá el marco necesario para que los distintos partidos políticos puedan elaborar una propuesta que seduzca a todo un país. De allí saldrá el pacto social que hoy requerimos para vivir con armonía.
El descontento y la frustración no deben desviarnos de los verdaderos objetivos trascendentales. Sabiduría y sosiego son elementos imprescindibles en los duros momentos que nos está tocando vivir.
Henkel García
Analista e Instructor en Finanzas
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
