Esto se acabó. El país ya no aguanta más. Un nuevo gobierno, instituciones, Estado, y modelo económico, se requieren urgentemente. Cualquier otra cosa es un eufemismo.

La República Bolivariana de Venezuela, un país exportador de petróleo, que en los últimos años vivió la mayor bonanza petrolera de su historia, sólo puede compararse en la actualidad con países como la República de Zimbabwe, la República Democrática del Congo, la República de Angola, la República de Belarús, la República de Uzbekistán y la República de Tayikistán, que de repúblicas tienen muy poco, y de democracia menos.

De 1999 a 2013, Venezuela habrá sido el cuarto país con mayor inflación promedio anual del planeta, 23%, después de Belarús, 42%, Angola, 55%, y Zimbabwe, 8.536%. Igualmente, Venezuela habrá sido el quinto país con mayor devaluación promedio anual de su moneda nacional, 22% (estamos esperando una devaluación para finales de 2013), después de Belarús, 29%, Angola, 39%, el Congo, 50%, y, nuevamente, Zimbabwe, 8.352%. Todo, simplemente, por sus desórdenes salariales, fiscales y monetarios, y el incremento de la liquidez en moneda nacional, que en el caso venezolano fue de los mayores del planeta en términos de su crecimiento promedio interanual, 38%, después del Congo, 40%, Belarús, 52%, Angola, 81%, y, por su hiperinflación, Zimbabwe, 10.904%.

El problema es sumamente grave: no estamos peor que esos países, porque tenemos petróleo. Pero, de no contar con el bastón petrolero ya los hubiésemos superado, en lo malo, lógicamente.

Con un petróleo a más de 100$/barril, estos resultados dan vergüenza, y por mucho menos de esto cualquier banquero central y ministro decente del planeta debería haber renunciado.

Más devaluaciones vienen en camino, porque este año aumentarán la liquidez en bolívares al segundo mayor ritmo del planeta, después de Zimbabwe. Preparen sus portafolios, porque lo que viene es joropo.

Ángel García Banchs

@garciabanchs