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El poder de compra del salario en retroceso

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Una de las principales variables económicas a seguir durante este 2013 será el poder de compra del salario. Éste es importante tanto para todos los ciudadanos, pero también para las empresas. Para los primeros, el poder de compra del salario va de la mano con la sensación de bienestar de las familias, y para las empresas, ya que es un aspecto fundamental para estimar las ventas.

Vale la pena recordar que el poder de compra del salario es determinado por el comportamiento tanto del salario de cada uno de los trabajadores como el de los precios de los bienes y servicios (inflación). Este año es muy probable que el gobierno decrete un aumento del salario acorde con la inflación del pasado año. La inflación de 2012 cerró en 20,1% por lo que resulta sensato esperar que dicho aumento esté alrededor de 20% al 25%.

Esta medida pareciera compensar el aumento de precios del último año, el problema está en que acá lo importante es el comportamiento de los precios en el futuro. Ya con las cifras de inflación mensual de diciembre (3,5%) y de enero (3,3%), y ya tomada la decisión de devaluar la moneda, las perspectivas de inflación para 2013 no son alentadoras. En Econométrica, durante la realización de nuestro foro de perspectivas de diciembre de 2012, ya estimábamos una inflación superior a la 2012, y la cual se ubicaría alrededor de 30%. Con estos últimos acontecimientos es probable que cerremos el año con una inflación superior a ese 30%

Un aumento de salario mínimo de 20% a 25% con una inflación de 30%, dejaría al poder de compra con una caída interanual que podría ir entre 4% y 8% para este 2013, lo que se percibirá relativamente con más fuerza, ya que en 2012 tuvimos una recuperación interanual del poder de compra de 10%. La recuperación del año pasado no extraña ya que fue un año electoral y el gobierno gozó de los beneficios combinados de un aumento de salario de 32,25% (acumulado de dos aumentos de 15%) y de una inflación alta pero desacelerada con respecto a 2011. Lamentablemente la situación del salario, como de otros aspectos de nuestra economía, resultó insostenible y 2013 buena parte de los venezolanos podrá comprar menos cosas que en 2012.

Claro, esta realidad ya la estamos viviendo. En septiembre de 2012 fue el último aumento de salario mínimo y desde ese momento para acá el salario ya ha perdido 10% en su poder de compra, hecho que continuará hasta mayo de 2013, mes en el que tradicionalmente son ajustados los salarios. Ya los venezolanos estamos acostumbrados a vivir con un salario que rara vez rinde lo suficiente y los próximos meses no pintan distintos.

Pasan los gobiernos y por ahora ninguno ha podido dar con las condiciones necesarias para garantizar una recuperación sostenible del salario real. La gran mayoría creyó (cree) que con importaciones artificialmente baratas, con distribución de la renta (transferencias directas), aumentos del salario realizados en base a decretos y no a la productividad, etc, etc, representan la vía de un mayor bienestar para la gente. La realidad una y otra vez nos demuestra lo contrario, y no tengo muy claro si nuestra dirigencia política pueda aprender alguna vez esta lección.

Henkel García

Analista e Instructor en Finanzas

Presidente de Visión de Inversión

Director de @Econometrica

Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET

Twitter: @HenkelGarcia