El objetivo final… El control de la sociedad
“Esencialmente la planificación central no se trata de la asignación eficiente de recursos, se trata más bien sobre control” – Daron Acemoglu y James Robinson
Sin duda Venezuela se encuentra en un momento histórico. La presente administración promete “profundizar” el proceso revolucionario y esta propuesta puede tener importantes implicaciones en el futuro económico y social de los que hacemos vida en este hermoso y noble país.
La planificación central, idea predilecta de quienes dirigen el actual proceso, termina dándole un poder extraordinario a la élite que se encuentra al mando. Al controlar los diferentes medios de producción y monopolizar la actividad empresarial, el ciudadano queda totalmente dependiente de las decisiones que tomen los miembros de una pequeña y selecta cúpula, de allí nace una triste y perversa relación clientelar entre el ciudadano y el todopoderoso Estado.
No importa como traten de vender la idea, “poder comunal”, “democracia participativa”, el objetivo final es tener a toda una sociedad desvalida y subordinada. Muchos podrían pensar que es un asunto ideológico, que verdaderamente se trata de una lucha entre “capitalismo versus socialismo” y en el fondo no es así, esa “confrontación” es la manera en la que el presente gobierno ha sabido mercadear su intención, permanecer indefinidamente en el poder. Como bien dicen Acemoglu y Robinson: “Esta clase de control político y económico – no la ideología marxista – es lo que está detrás de la planificación central.”
Claro, eso no nos exenta de una lucha que está pendiente en muchos países, la de desconcentrar lo más que se pueda el poder económico y eso pasa por un nuevo arreglo institucional, cosa que el trabajo de Acemoglu y Robinson explica muy bien. En Venezuela, élites han tenido secuestrada la riqueza del país a lo largo de las últimas décadas, como bien apuntaba en un artículo anterior (El Enchufismo). Pero primero lo primero… Creo que lo esencial es impedir que ese control de la sociedad que ya comenzó, siga avanzando. El poder político-económico no puede estar concentrado, eso nos garantizaría nuestra permanencia en la esfera de la dependencia tanto de los políticos, como de las migajas de renta petrolera que ellos decidan bajar a los ciudadanos, y esa definitivamente no es la Venezuela que queremos.
Con estas ideas en mente me pararé enfrente de la boleta electoral y ejerceré mi derecho al voto.
Henkel García
Analista e Instructor en Finanzas
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
Twitter: @HenkelGarcia
