El falso debate sobre la gasolina
No nos referiremos al supuesto debate planteado dentro de las filas del oficialismo sobre el aumento de la gasolina; ni siquiera a la demagogia del Presidente diciendo que el precio de la gasolina lo “fijará el pueblo”. En ninguno de los casos existe debate. Hay un grupo que reparte el bacalao y otro que aplaude. A menos bacalao menos aplausos, así de sencillo. Los aplausos también van a comenzar a escasear.
Del otro lado de la acera la cosa no está mejor. Hay que dejar bien claro antes de continuar, que una cosa es que sea necesario que el precio de la gasolina suba, y otra muy distinta que la oposición tenga que compartir el costo político que conlleva. Eso está claro. El problema es que gran parte de la oposición no solo ha decidido no pagar el costo político, como debe y tiene derecho, sino a utilizar el aumento de la gasolina como instrumento de lucha política, algo muy distinto. Utilizar el tema de la gasolina como arma arrojadiza sobre el Gobierno al final lo que continúa perpetrando son las concepciones erradas que tiene gran parte de la población sobre el recurso petrolero, una de las más infantiles e idiotas, sí leyó bien, idiotas, es que los venezolanos tenemos derecho a que se nos regale la gasolina.
Basta con ver la última encuesta de Copei y los planteamientos de UNT sobre la supuesta venta de Citgo, para entender que ni con 15 años de idiotez económica en esteroides algunos han entendido la raíz de nuestros males. Si bien entendemos que algunos voceros políticos empleen los mismos argumentos mediocres que le abrieron la puerta del tranquero a los militares, hay otros sectores de los que esperaríamos más y que también se prestan para la maniobra. El argumento de estos es un poco más refinado pero igualmente errado. La idea es que el precio de la gasolina debe ser ajustado pero solo cuando se hayan eliminado las transferencias internacionales, en particular aquellas que hacemos diligentemente al Alcatraz del Caribe.
Lo anterior no es otra cosa que hacer un combo de dos problemas para interesadamente no tener que dar debate sobre ninguno. Nos dicen que hay que eliminar los regalos al exterior sin antes exigir saber el monto de esos regalos. Acá lo primero que habría que exigir es transparencia sobre los dineros públicos. El Gobierno ha destruido la majestad del presupuesto público delante de nuestras narices y nos quejamos de que le regale dinero a terceros. No hemos entendido. La primera lucha en ese problema que son las transferencias públicas internacionales es saber en realidad su magnitud. La realidad es que nadie lo sabe, bueno, quizás los carceleros antillanos.
El aumento de la gasolina es un problema en sí mismo y como tal debe ser debatido. Si usted como político, o como asesor político, no quiere mojarse, está bien, está en su derecho, ahora no embarre y confunda. El subsidio a la gasolina es ineficiente y regresivo, solo por eso debería ser eliminado ya que traería beneficios sociales. Pero además el subsidio a la gasolina genera unas externalidades terribles. Por ejemplo el contrabando en la frontera, que contribuye a profundizar la corrupción en la FAN, como si necesitaran mucho, y de aquellos civiles involucrados. En los estados fronterizos existe una gran fuerza de trabajo que en lugar de estar produciendo están arbitrando y obteniendo rentas a costilla del Estado, siendo la gasolina donde están las mayores rentas. El subsidio a la gasolina hace que el costo de combustible sea lo último a considerar a la hora de escoger vehículo en Venezuela. El mundo se mueve cada vez hacia vehículos más eficientes; mientras en Venezuela para ir a comprar pan dos cuadras hay que ir en un vehículo mínimo de seis cilindros. Venciendo dirían algunos.
El subsidio a la gasolina debe ser eliminado indistintamente si el Gobierno decide darle transparencia y sensatez al presupuesto nacional, que es de donde salen los recursos para las transferencias internacionales, o no. Empaquetar el debate juntando el subsidio a la gasolina con los regalos a terceros países no le hace ningún favor al país, por cuanto no contribuye a erradicar las concepciones atrasadas que tenemos los venezolanos sobre lo que tenemos derecho a exigirle al Estado. Si algunos políticos y sus asesores pretenden ofrecer algo distinto al país, que comiencen ofreciéndolo cuando aún no son gobierno.
Francisco Ibarra Bravo
Director de @Econometrica
