Sin noticias del frente
La escasez continúa atizada por la incertidumbre en el acceso a las divisas. No es su única causa, pero si una de las fundamentales. Lejana se ve aquella subasta del SICAD que hasta ahora ha sido primera y última. Ha habido muchos rumores, pero hay tener claro que los rumores no son noticia y las empresas no operan en base a rumores. Es importante que el gobierno entienda que la situación actual en la entrega de divisas es insostenible, y que políticamente es mucho más costoso no tomar medidas que adoptar medidas difíciles.
La escasez es el resultado de varios factores, siendo tres de ellos los más importantes. El primero es el control de precios interno. Ha ocurrido lo que cualquier estudiante de economía con un semestre de micro bien entendida hubiese podido predecir. El control de precios desestimularía la oferta porque desgraciadamente para el gobierno a nadie se le puede forzar a producir, o por lo menos no indefinidamente. Controlar los precios parte de la ingenua idea de que haciéndolo, se va a poder controlar la inflación. La realidad es que no se ha logrado controlar el aumento de los precios y sí se ha afectado la oferta de producto, con lo cual se acaba agravando el problema inicial. El segundo factor es el racionamiento de divisas. El boom petrolero permitió alargar lo que ocurre al final de cada control cambiario, que no es otra cosa que la escasez de divisas y el racionamiento. Ya ni siquiera con el precio de la cesta petrolera venezolana a 100 dólares es suficiente para mantener un flujo de dólares adecuado. La ineficiencia en la asignación de divisas, propia de los controles de cambio, ha llegado a tal punto que aun importando gran cantidad de productos tenemos escasez. El tercer factor es la incertidumbre cambiaria. Hoy por hoy las empresas no saben, no solo si tendrán acceso a las divisas, sino que carecen de un precio de referencia. Esto causa que muchas empresas tengan dificultades para asignarle un valor a sus inventarios e indirectamente a sus productos.
La incertidumbre paraliza. Este es el problema de tener el gobierno a personas que nunca en su vida han producido nada más allá de una huelga, un golpe o alguno que otro escrito académico sin ningún valor agregado. Las personas que hoy dirigen la economía venezolana no solo carecen de fundamentos económicos básicos, sino que tampoco tienen el sentido común que da el tener que esforzarse para producir y generar bienestar.
El gobierno ha retrasado la toma de decisiones en materia cambiaria. Devaluar y anunciar un sistema de subastas precario es insuficiente para resolver el problema fundamental en la entrega de divisas. La escasez que actualmente vive Venezuela tiene un solo responsable y es el Gobierno. Se deben tomar medidas en materia cambiaria. Una de las medidas debería ser activar el SICAD y hacerlo realmente una subasta. Además se debe permitir que las empresas que no tienen RUSAD poder colocar órdenes. Una alternativa para poder dotar de divisas a este sistema sería dejar a CADIVI solo para atender productos de primera necesidad. Si se siguen postergando las decisiones al final la única salida que le quedará al Gobierno será la de adelantar la devaluación del tipo de cambio oficial de 2014 para el 2013. Ya que a este gobierno le encanta la jerga militar: es necesario que el sector privado reciba noticias del frente cambiario; de lo contrario se perderá la batalla contra la escasez y con total seguridad la guerra por preservar algo del capital político heredado.
Francisco Ibarra Bravo
