¿Qué venden los buhoneros?
Hoy en la mañana estaba en una sala de espera mientras al fondo en una televisión se oía el noticiero matutino. En él se narraba la noticia sobre la prohibición de venta de ciertos productos por parte de los buhoneros. Un señor que me acompañaba en la sala me comentó: “Bien hecho, esos son unos abusadores, un desodorante que cuesta Bs. 16, ellos lo venden en Bs. 60”. De esas palabras, que son comunes entre muchos venezolanos nació el título de este artículo, ¿Qué es lo que en realidad venden los buhoneros?
En condiciones normales la buhonería es una actividad del ámbito informal a la que se dedican ciertas personas colocándose en espacios públicos para vender bienes de consumo frecuente. La actividad per sé no tiene mayor normativa y por ser informal no tienen obligaciones tributarias. Pero no estamos en condiciones normales, y los buhoneros han sido el canal de ventas de los productos con precios regulados y por tanto escasos.
Acá tengo un momento oportuno para una vez más reafirmar que los controles de precios generan escasez y mercados negros. Esa disparidad entre oferta y demanda se ha vivido en diferentes partes del mundo con los mismos resultados, de hecho, ya en Venezuela hemos pasado por allí en otros momentos de nuestra historia contemporánea, ya muchos de los que leen estas líneas saben qué pasó.
Los buhoneros son la manifestación emblemática de ese mercado negro. Pero qué comercian. Claro, lo primero que se nos viene a la mente son los productos básicos, y además de una forma “especuladora” por los altos precios que manejan. Pero la cosa va más allá. El costo de algo no sólo está en el dinero que se desembolsó. Ese buhonero tuvo que hacer horas de cola para conseguir el producto para vender, no sólo son las horas de cola, sino que éstas tienen que ser en el momento oportuno para obtener determinados productos. Otros buhoneros más sofisticados ya tienen una red de proveedores con o sin contactos en las diferentes cadenas de distribución formal. Bueno, esos costos, estemos de acuerdo con ellos o no, deben estar (de hecho lo están) incorporados al precio final.
El trabajo de buhonero no está sólo en colocarse en su puesto y entregar el producto a cambio de dinero, él también nos vende el tiempo y la oportunidad que le tomó conseguirlo, cosas que muchos de nosotros no tenemos por estar dedicados a otras actividades.
Acá otro punto a destacar. La oportunidad de negocio del buhonero se da porque existe un control de precios y eso hace, que por la escasez, se formen colas en los negocios que ofrecen formalmente estos productos. Es decir, los buhoneros vendiendo productos regulados no generan escasez, son un resultado de ella. Eso sí, en su dinámica de trabajo puede complicar aún más la escasez de los negocios formales e incomodarles la vida a muchas personas que solían comprar en esos negocios. Es en este punto en el que muchos venezolanos pueden terminar agradeciendo la entrada en funcionamiento de sistemas estilo libreta de racionamiento.
Si quien me lee piensa que los sistemas de racionamiento pueden ser positivos para evitar el caos en los canales formales, entonces debe tener consciencia que está de acuerdo con un sistema que administra la escasez en base al cercenamiento de libertades, pero no con un sistema que vaya a eliminar la escasez.
Es hora de que nos cuestionemos nuevamente, y espero que por última vez, la existencia de controles para tener precios bajos o para dominar la inflación. Esa no es ni será jamás la vía. Lo que vivimos es un problema grave en muchas variables macroeconómicas y por allí debe estar el esfuerzo inicial. Estos ataques al contrabando y en contra del buhonerismo no tendrán mayores resultados, sólo bastarán unos meses para que nos convenzamos de ello.
Henkel García
Analista e Instructor de Finanzas
Presidente de @VisionInversion
Director de @Econometrica
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
