Petrorinoco: petroestafa
Los petrorinoco son una petroestafa (estafa del Estado petrolero contra sus trabajadores). Las razones de lo anterior son: (i) que estarían siendo emitidos con un cupón del 18%, el cual está bastante por debajo de la tasa de inflación actual y la tasa esperada a futuro, hecho que representa una expoliación, al confiscar el producto del esfuerzo de los trabajadores de la Administración Pública; (ii) porque se emitirían en moneda nacional, justo antes de una devaluación oficial cantada para el año próximo; y (iii) porque el Estado venezolano con tan solo el equivalente a 1 año de lo que nos cuesta Petrocaribe y la relación con Cuba podría cancelar la totalidad de la deuda laboral en efectivo.
Pero, además de ser una petroestafa, los petrorinoco se presentan como una gran mentira, al hacerse ver que el gobierno actual estaría pagando la deuda laboral del sector público, cuando lo que hará en verdad únicamente es transformarla de un pasivo laboral a un pasivo financiero (i.e. la transformará en bonos petrorinoco).
De hecho, este gobierno no pagará la deuda laboral, sino más bien, los gobiernos futuros, al tener que financiar con mayores impuestos el pago de intereses y capital de la misma (i.e. serán los gobiernos futuros los que paguen intereses y capital de los petrorinoco). Tanto es así que para poder afirmar que este gobierno será el que pague la deuda laboral, debería entregar efectivo útil para comprar bienes y servicios, y no bonos como lo está haciendo.
Si los bonos se emiten finalmente con un cupón del 18% y vencimiento año 2035, probablemente, al inicio no valgan más de alrededor de un 50-55% de su valor nominal, lo que significaría que los trabajadores del sector público necesitados de liquidez recibirían Bs 50-55 por cada Bs 100 de los bonos recibidos; sí, más o menos, la mitad. ¿Por qué? Sencillo, por dos razones: (i) porque cuando se abran al mercado secundario, al año de su emisión, los bonos serán seguramente vendidos masiva y simultáneamente, dadas la restricciones de liquidez (i.e. la necesidad de bolívares y las deudas acumuladas) de los trabajadores del sector público; y (ii) porque la pérdida por el cupón del 18%, menor al de la tasa de inflación esperada y efectiva, tendrá que ser compensada con las ganancias de capital por un bajo precio de los bonos necesario para atraer a los ahorristas (i.e. aquellas personas que compren los petrorinoco y entreguen el efectivo).
Toda una petroestafa, sin lugar a duda.
Ángel García Banchs
