¡Porque sólo anticipándote podrás triunfar. Porque sólo podrás anticiparte si tienes un plan!

¡Más empleador será tu madre!

CHAVEZ_LOT-647x417

El primero de mayo siempre es un día propicio para discursos y consignas, tanto de un lado como de otro. Unos celebrando la nueva LOT que fue consultada por el oficialismo solo con ellos mismos, otros catalogándola de electorera y manipuladora. Nada nuevo respecto a lo que se ha vivido en los últimos años. Ésta no es ni la primera ni será la última reforma a la ley del trabajo que veremos. Tampoco será la primera repleta de buenas intenciones que luego se vuelve contra quienes dice defender pero es motivo para otro artículo. Este va sobre algo que nos dejó el día de ayer, más sutil, pero no por ello menos relevante.

En Venezuela, lamentablemente nos hemos acostumbrado a que el Presidente insulte a buena parte del país. Por supuesto, en un régimen de gobierno como el actual es entendible que sus adláteres no se quieran quedar atrás, aun más en las actuales circunstancias. Ayer el primer vicepresidente del PSUV se refirió al  candidato de la oposición como “empleador”. Ante el excesivo uso de descalificativos, resulta que ahora hay que empezar a agregar a lista de posibles insultos palabras que solo en mentes pequeñas y simples pueden llegar a ser consideradas un insulto. No debe sorprendernos; de todas formas parte de la labor de la revolución en curso en Venezuela ha sido la de pervertir el idioma: los narcoterroristas de las FARC son héroes, Fidel es un demócrata, Aponte Aponte es opositor, etc. La última es que ser empleador es una condición denigrante.

En Venezuela lamentablemente buena parte de la dirigencia política sigue creyendo en los postulados marxistas. Unos lo hacen de forma frontal, como algunos dirigentes del oficialismo, otros de la misma grupo lo hacen de forma interesada y otros lo hacen de manera inconsciente, incluso en sectores de la oposición. A estas personas poco les ha valido la experiencia del último siglo donde los postulados marxistas saltaron por los aires, después de todo, siempre les quedará a los más radicales Cuba y Corea del Norte. Solo en un país moralmente enfermo es posible considerar a un empleador como un ser despreciable y utilizar el término como un descalificativo. Un individuo que toma riesgos, que genera fuentes de trabajo y oportunidad en cualquier sitio es apreciado, tristemente en la Venezuela actual no es así. Al empleador se le sigue viendo con un vil explotador al que hay que restringir mediante leyes y organismos públicos. No es de extrañarse que en Venezuela cada día existan menos emprendedores y menos creación de puestos de trabajo por parte de privados. Ser empleador en Venezuela es una actividad de riesgo, tanto por el acoso al que están sometidos por parte del estado como por el azote de la delincuencia y el crimen organizado.

En una pena que realmente no se entienda cual es la labor social del empleador. Si este malentendido solo existiese en la mente de militares devenidos a la política, que en su vida generaron riqueza alguna ni siquiera plantando una mata de pimentón, la cosa no sería tan grave. El problema es que las grandes mayorías en Venezuela siguen viendo a los emprendedores como explotadores. Corregir esta percepción es fundamental para el desarrollo económico del país. Venezuela necesita miles de empleadores que tomen riesgo, que generen puestos de trabajos formales, que paguen impuestos y den seguridad a sus trabajadores. Tratarles como seres despreciables no ayuda, solo hace que aquellos que tengan la aptitud y los recursos para ello se inhiban de hacerlo. Al final lo que nos queda son un conjunto de oportunidades desperdiciadas, venezolanos emprendiendo en otros países, llevándose sus recursos y capital humano a lugares donde tengan mejor recepción y trato. Mientras en Venezuela solo van quedando empresarios de maletín siempre dispuestos a ver que migaja se les cae a los políticos de turno de la mesa del festín petrolero.

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10