Eliminaron SITME ¿Y ahora qué?
La medida de devaluación anunciada en días pasados era esperada por mucho de nosotros, es un reconocimiento a la pérdida de poder de compra del Bs producto de la inflación, y que también busca disminuir, en cierta medida, el desbocado ritmo de importaciones que tenemos actualmente. Lo que en realidad nos agarró con sorpresa fue la eliminación de SITME, medida que fue tomada sin ninguna propuesta de mecanismo alternativo.
Por supuesto que la eliminación de un sistema, que a pesar de sus defectos, se encargaba de otorgar las divisas para el 15%-20% de las importaciones privadas, llevó al nerviosismo tanto a empresarios como a consumidores. Dicho nerviosismo es provocado por la indefinición de vías por las cuales se traerán un conjunto de “bienes no prioritarios” que hoy están excluidos de CADIVI. Esta realidad tiene un impacto inmenso que en mi opinión el gobierno está subestimando.
Con los cambios realizados al sistema cambiario actual es probable que terminemos en un punto inferior al que nos encontrábamos antes de la devaluación. Hacen falta medidas complementarias a lo ya anunciado, sobre todo con el objetivo de sacar del limbo a todas esas empresas que dependían del SITME para sus actividades.
Si esto no llegase a ocurrir buena parte de esas empresas tendrán que decidir entre cerrar o acudir al mercado no oficial. Una vez más se demuestra que de una u otra forma debes reflejar en el precio final de tu producto la posibilidad real de que en algún momento puedas terminar en ese “ilegal y satanizado” mercado.
La consecuencia directa de la inacción gubernamental para afrontar la problemática generada con la eliminación del SITME será mucha más escasez de la que hoy tenemos, escasez que podría extenderse hasta en productos de 1era necesidad, aquellos que en algún punto en la cadena de producción necesiten algún insumo que regularmente era traído por SITME, y escasez que se hará más evidente en productos “no tan necesarios” como repuestos de vehículos, repuestos industriales, bienes de lujo, etc, etc.
La decisión del gobierno sobre la implementación de un mecanismo alternativo a CADIVI no debe ser fácil, porque hay obstáculos que pasan desde determinar el origen de la oferta que suplirá a dicho mecanismo, hasta trabas ideológicas que hacen erradamente pensar que un sistema de pleno y riguroso control es capaz de suplir de manera óptima la entrega de divisas. Seguramente hay discusiones sobre cómo afrontar la situación en diferentes instancias del Ministerio de Planificación y Finanzas y del BCV, y sólo queda pedir que la sensatez impere y se llegue a una resolución que beneficie a los ciudadanos. De todas formas, creo que la misma realidad los obligará a abrir el mencionado mecanismo alterno.
Por otro lado está el mercado “no oficial”, el cual se encuentra con precios que alarman. Ese es otro tema que ya hemos discutido anteriormente (Reflexiones sobre los Mercados Negros) y creo que el gobierno gana mucho dejando de satanizar dicho mercado y tomando acciones contundentes para contener su precio. Sé que el principal miedo en reconocer el mercado “no oficial” es que éste sea tomado como referencia para la fijación de precios, cosa tonta, porque ya es un referente.
Toda esta indeseable situación nos impide ver hacia el camino al que nos debemos dirigir en lo que al control de cambio se refiere: su desmontaje. El sistema cambiario está herido de muerte por la misma razón por la que desaparecieron los otros controles de cambio, la incrustación de mafias que hacen en extremo ineficiente la entrega de divisas. Pero nuestra realidad nos impide, por ahora su desmontaje, para hacerlo habría que cambiar un número importante de circunstancias entre las que destaca la generación de confianza en el sistema político y en el económico. Como verán, nos falta mucho por recorrer…
Henkel García
Analista e Instructor en Finanzas
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
Twitter: @HenkelGarcia
