El país que falló en ahorrar los ingresos petroleros
Entre 1999 y 2014 el Gobierno recibió en ingresos petroleros 850 millardos de dólares, pero de ese monto sólo se llegó a guardar 0,8%. Gran parte de la bonanza se orientó a fondos cuya ejecución ha sido opaca.
En 1999 el ex presidente Hugo Chávez arrancó su administración con una estrategia de ahorro de los ingresos a fin de aprovechar los tiempos de bonanza petrolera para acumular fondos y tener así recursos para las épocas de crisis, pero ello apenas duró dos años. Las etapas de boom no se aprovecharon y hoy no hay dólares suficientes para afrontar el descenso de los precios del petróleo y cubrir parte de las importaciones de la materia prima que se requiere para producir alimentos y medicinas. De 850 millardos de dólares que entraron al país en 16 años, solamente se guardó 0,8%.
El esquema previsto para el ahorro fue el Fondo de Estabilización Macroeconómica (que hasta 2003 se denominó Fondo de Inversión y Estabilización Macroeconómica). Jorge Giordani, quien estaba en el ministerio de Planificación, señaló en 1999 que con el FIEM se asumía «el criterio de ahorro de las ardillas, que guardan nueces para momentos que no consiguen alimento».
Con la intención de acumular fondos, en ese período se fijó un parámetro de ahorro que tomaba como referencia el promedio del crudo de un lapso de cinco años, y entre 1999 y 2001 se llegaron a acumular 7,1 millardos de dólares. Luego comenzaron los cambios legales para postergar los depósitos.
Previo a las reformas de la Ley del Fondo, el Ejecutivo nacional ya había dejado de realizar transferencias al mecanismo y los recursos que tenían como destino el FIEM se orientaron a la cobertura del gasto corriente, lo que ameritó una investigación por parte del Parlamento, cuyo informe fue rechazado por la mayoría oficialista. De manera que desde el tercer trimestre de 2001 fueron suspendidas las transferencias al Fondo y comenzaron los retiros de recursos para atender insuficiencias.
Por el paro petrolero de 2002 y 2003 el Gobierno utilizó el FIEM para atender los requerimientos del presupuesto y en ese período fueron retirados más de 6 millardos de dólares, por lo cual a mediados de 2003 el Fondo terminó con un saldo de 803 millones de dólares.
Para ese ejercicio de 2003 el despacho de las finanzas públicas elaboró la Ley del Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) para reemplazar al FIEM y retomar los aportes al esquema, pero ello no se materializó y en 2005 se volvió a modificar el marco legal para establecer otro criterio de aportes. Dicho texto fue objeto de sucesivos vacatios legis, y al final el Ejecutivo no transfirió los excedentes.
En la medida que se retrasaban las contribuciones al FEM comenzaba una etapa de boom de ingresos petroleros que entre 2004 y 2008 garantizaron cerca de 290 millardos de dólares, y de ese flujo nada se ahorró. Al inicio de la bonanza, la administración de Chávez decidió constituir otros fondos para gastar, los cuales se han ejecutado con opacidad. Y adicionalmente, aumentó el endeudamiento.
A mediados de 2008 los precios del petróleo se desplomaron por la crisis financiera mundial, y la caída se acentuó en 2009. Ante esa coyuntura, el Gobierno ya no tenía ahorros y para hacer frente a la merma de ingresos se recortaron importaciones y se empezaron a retrasar las aprobaciones de dólares. Para compensar la menor contribución al fisco se elevó la alícuota del IVA (Impuesto al Valor Agregado) y se emitió más deuda.
En 2011 los precios del crudo volvieron a dispararse y durante cuatro años el barril local estuvo por encima de los 90 dólares. De acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela, los ingresos por las exportaciones petroleras entre 2011 y 2014 llegaron a 338 millardos de dólares, de ese volumen una parte se siguió orientando a los fondos paralelos a fin de mantener el elevado nivel de gasto y nada se ahorró. Justamente para seguir dando dinero a las misiones se retiraron 800 millones de dólares del FEM.
A fines de 2014 se registró un descenso de los precios del petróleo que se mantuvo durante 2015 y que sigue este año. Las perspectivas de altas cotizaciones lucen alejadas.
Ante esta época de vacas flacas, Venezuela dispone en el Fondo de Estabilización Macroeconómica de apenas 3 millones de dólares, mientras que otros países petroleros como Noruega tienen ahorros por 873 millardos de dólares, Arabia Saudí 682 millardos de dólares y Kuwait 592 millardos de dólares, según Sovereign Wealth Found Institute.
Frente a una caída de ingresos, unas reservas en los niveles de hace 13 años, una política económica sin rumbo y la carencia de un colchón, hay preocupación entre los tenedores de bonos y las bancas de inversión sobre la capacidad de Venezuela para atender sus compromisos.
En un contexto de dudas, la administración de Maduro pagó la deuda pública de 2015, pero la incertidumbre crece para este 2016, y más cuando el Presidente Nicolás Maduro informó que en enero las ventas de Pdvsa al BCV fueron de 77 millones de dólares, 97% menos que en igual período de 2015. Y no hay fondo que permita dar apoyo en un momento de caída.
Mayela Armas
