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Democracia es sobre todo transparencia y civilidad

Democracy

En estos días nos sorprendía la última encuesta de Latinobarómetro sobre la percepción que tienen los pobladores de la región de la democracia en sus países y fuera de ellos. Los resultados son tan alarmantes que uno no puede evitar colocar en tela de juicio la metodología empleada; pese a ello los resultados son ilustrativos: según esta encuesta únicamente uno de cada cuatro venezolanos considera que EE.UU.  es un país democrático.

Esta extraña percepción de lo que es la democracia es vista con ternura por algunos politólogos y sociólogos, sobre todo aquellos que se inscriben en corrientes afines al “particularismo latinoamericano”. Para esta gente no es que los latinoamericanos, y en especial los venezolanos, tengan un concepto infantil sobre lo que es la democracia sino que tienen su propio concepto, quizás uno tropicalizado. Esta misma línea de pensamiento es la que le ha quitado valor a palabras como “libertad” que hace 200 años tenía un significado muy claro. Al parecer la palabra democracia está destinada a seguir el mismo camino, uno donde lejos de definir una particular relación entre el Estado y el ciudadano, pueda ahora representar cualquier cosa donde la gente participa ávidamente en procesos electorales. Lo que la encuesta de Latinobarómetro devela es que  la mayoría de los venezolanos tiene un concepto muy primitivo de lo que es la democracia.

No es la intención de este escrito discurrir sobre que representa una democracia y que no. En realidad las democracias tienen matices España, otro de los países que los venezolanos consideran poco democráticos es una monarquía constitucional y es una democracia, una muy superior a la que tenemos en Venezuela. En el Reino Unido, donde probablemente surgió el primer ciudadano moderno, sigue siendo una monarquía y pese a ello uno de los países más democráticos del mundo. La democracia es mucho más que ir constantemente a votar, es sobre todo transparencia, civilidad y respeto a la ley. Si creemos que en Venezuela hay más democracia que en países como España, Reino Unido y EE.UU. es porque simplistamente creemos que lo que hace un país democrático es ir a votar y elegir jefe de Estado. Esa creencia es en realidad uno de los grandes lastres que como sociedad tenemos.

Un ejemplo de la falta de transparencia y respeto a la ley es lo que ocurre actualmente con el BCV. El día de ayer Janet Yellen comparecía ante el comité bancario del Senado. Daba gusto escucharla rendir cuentas y responder preguntas con ese acento de Brooklyn que parece estar destinado a desaparecer. En EE.UU. la Reserva Federal goza de bastante independencia pero igual rinde cuentas ante sus ciudadanos. Eso ocurre en un país que según la mayoría de los venezolanos no es democrático. Mientras tanto en nuestro país Nelson Merentes ha convertido el BCV en un apéndice del Ejecutivo, no le rinde cuentas ni a Dios y de unos meses para acá se ha dado a la tarea de ocultar las estadísticas.

Lo ocurrido con el banco central es solo una muestra de la precariedad de nuestra democracia. Las instituciones públicas ya no están para servir y rendirle cuentas a los ciudadanos sino que operan como instrumentos para que quienes detentan el poder lo conserven. Esa no es la definición de un gobierno democrático. La democracia puede tener matices pero hay condiciones necesarias que tiene que tener una forma de gobierno para poder considerarse como tal. Venezuela comparada con muchos países es poco democrática, incluso lo es comparado con otros períodos de su historia contemporánea. Que gran parte de los venezolanos no sean capaces de darse cuenta es quizás la mejor explicación del drama que actualmente vivimos.

Francisco Ibarra Bravo

@franibar10

Director de @Econometrica