Crisis de escasez en Venezuela
|Una mayor escasez en el futuro traerá consigo mayor malestar social del que actualmente manifiesta un importante sector de la nación, por lo cual es clave reordenar la economía por completo y generar las condiciones para aumentar la producción; de lo contrario, será el hambre y el caos lo que imperará.
Margarita, un ama de casa de la tercera edad, que como muchos venezolanos sufre la actual crisis económica que vive el país, no es ajena a la crónica escasez que nos agobia día a día. Recientemente, ella tuvo que hacer una cola de 7 horas para comprar, apenas, un pote de leche para sus nietos. Esta escena es sumamente dolorosa e indignante, mucho más en un país rico en recursos; el problema es que, las reglas de juego las establece un gobierno con mala gerencia, que ha llevado a cabo una política económica pésima e irresponsable. Para Margarita, al igual que muchos de nosotros, se ha vuelto lamentablemente cotidiano hacer colas de horas, e inclusive tener que madrugar para tratar de comprar una mínima variedad de bienes, en especial los alimentos de la cesta básica.
Muchos se pueden preguntar: ¿cómo llegamos a este punto?; es decir, a un nivel de escasez, que en el mes de enero alcanzó un 28% (lo que equivale a decir que 28 de cada 100 bienes no se encuentran). Las políticas económicas erradas, implementadas en los últimos años, afectaron tanto la oferta como la demanda de bienes (en especial de alimentos); entre ellas, por el lado de la oferta, tenemos: la sobrevaluación de la moneda, que desincentivó la producción local; un proceso de expropiaciones que afectó miles de hectáreas de terrenos, fincas y hatos, e industrias (algunas conexas al sector alimentario), que luego de pasar a manos del Estado vieron mermada su producción, lo que adicionalmente desincentivó a la inversión (en especial en el área agrícola), tanto de capital local como extranjero; un control de precios de diversos rubros de la canasta básica, que condujo a una disminución en términos de la cantidad de marcas y presentaciones disponibles, con el tiempo cada vez más difíciles de encontrar, debido a que se generaron rezagos en los precios de aquellos productos sometidos al control; lo anterior llevó a que desde el punto de vista de su producción fuera inviable sacarlos al mercado (véase el gráfico anexo relativo a la evolución del Índice de Escasez del Área Metropolitana de Caracas).
El panorama actual de escasez se complica aún más, debido a que para incrementar la oferta (vía producción local o importaciones) se requieren divisas, tanto para la adquisición de materias primas como para la compra de maquinarias e insumos para la producción; pero, también, debido a que la liquidación de divisas por medio del CENCOEX (anteriormente CADIVI) presenta retrasos, al igual que ocurre con la disminución del flujo de divisas vía SICAD, en comparación con las liquidaciones que realizaba el extinto SITME (desde julio 2013, el Sistema Complementario de Administración de Divisas – SICAD – ha adjudicado, mensualmente, un promedio de $ 309.517.200,3).
Por el lado de la demanda, también se complica la crisis de abastecimiento que hoy vivimos debido al incremento sostenido del salario mínimo, que no se corresponde con el de la productividad; y el aumento de la liquidez monetaria a un ritmo del 75% interanual y, por tanto, superior al del incremento de la disponibilidad de bienes, ya sea de producción local o importados.
Proyecciones de Econométrica apuntan a que en febrero el índice de escasez se ubicó en torno al 30%, y los próximos tres meses que se avecinan prometen ser muy duros en materia de abastecimiento, debido a que se mantienen las distorsiones económicas anteriormente explicadas; lo anterior adicional a que, el gobierno no ha dado señales de corregir las mismas.
Alejandro Castro Sánchez
Miembro Fundador del @ClubMacroUCV